Gracias al Convenio Colectivo General de la Construcción, los profesionales de este sector pueden recibir la tarjeta profesional de la construcción, la cuál les permitirá disponer de diversos beneficios, como puede ser acceder a todo tipo de formación, asesoramiento legal, etc.
Otra de las grandes utilidades de la tarjeta es la visible regularización de la profesión en sí, y la consideración hacia los trabajadores dedicados a las obras y reformas en general, que muchas veces están desamparados ante medidas de seguridad poco efectivas, contratos basura y salarios en los que no se cuentan las horas extras, etc.
Para poder solicitar la tarjeta profesional de la construcción es necesario realizar al menos una de las acciones formativas en relación a la prevención de riesgos laborales. Este requisito es obligatorio y puede ser excluyente, en caso de no respetarlo, para poder acceder a la tarjeta profesional de la construcción. Sin embargo, muchas de ellas son de corta duración y de fácil acceso, por lo que es aconsejable, realizar estos cursos lo más pronto posible, no solo para conseguir la tarjeta, sino para mejorar profesionalmente y aumentar de esta manera nuestro nivel de perfil ante las empresas que puedan contratarnos.
Los beneficios que ofrece la tarjeta incluyen desde la formación de seguridad de los trabajadores, mostrándose mejor preparados para afrontar todo tipo de retos, además de servir como presentación en cada nueva posibilidad de trabajo, varios tipos de formación permanente a nivel profesiona,l y el acceso a determinados servicios exclusivos que brinda la tarjeta.
La tarjeta profesional de la construcción ya ha sido solicitada por más de medio millón de trabajadores de este sector, que se han mostrado interesados en sus servicios y sobretodo en lo que representa para su currículum, además de ser una oportunidad para mostrar la valía y competencia profesional de cada uno. Al mismo tiempo, vale destacar que las comunidades autónomas con mayor demanda de registros incluyen a Cantabria, Castilla y León, y La Rioja, entre otras.
El perfil de los trabajadores que ya la han recibido son profesionales que poseen entre 30 y 45 años de edad y por lo menos un año de antigüedad en este empleo.