Las chimeneas han dejado de ser un antiguo método de calefacción de los hogares, incómodos y sucios, para pasar a ser uno de los elementos más modernos y de diseño, tanto a nivel funcional como de decoración.
Hasta hace muy poco tiempo, las chimeneas se identificaban con un producto de lujo del que solo podían disfrutar quienes vivían en chalets con mucho espacio. Hoy en día, prácticamente todo el mundo puede darse el capricho de tener una en su casa, sea como sea.
Uno de los motivos que ha posibilitado la generalización de las chimeneas incluso en pisos es la aparición de modelos que, en lugar de funcionar con la madera de siempre, emplean el gas como combustible. De esta forma, no necesitan que se instale el sistema de evacuar los gases al exterior, lo que representaba la principal dificultad de tener una en muchas casas.
Además de su practicidad, las chimeneas que funcionan a gas aportan diseños estéticos muy atractivos que ayudan a favorecer la decoración de un hogar. Podemos encontrar modelos incrustados en la pared, otros en los que parece que el fuego está dentro de un mueble e, incluso, otros que parecen verdaderos cuadros.
Realmente, las chimeneas se han convertido en muchos casos en elementos de decoración a los que recurren muchos diseñadores y empresas de obras y reformas para dar calidez a un hogar, a la vez que un toque de elegancia y distinción. Incluso se están creando muchos modelos que tienen como base las normas ecológicas existentes y que buscan el máximo respeto a la naturaleza, como las de la firma Jotul, que incluso incorporan materiales de fabricación, como el hierro, que son reciclados.
Las chimeneas de toda la vida, por supuesto, no han muerto pero hoy en día quien quiera instalar una en su casa debe saber que las posibilidades que hay en el mercado son prácticamente innumerables. A parte de las conocidas chimeneas de estilo francés, nos encontramos con modelos de chimeneas que son capaces de llenar de belleza un ambiente, desde las estufas modernas que cuelgan del techo a las de diseño minimalista. Las características comunes de todas ellas son que convierten el fuego un elemento decorativo más dentro de nuestro salón, resultan seguras y la mayoría de ellas tienen una instalación sencilla, que no requiere ni salida de humos, ni conexiones eléctricas.
Foto: Chimeneas Pedro Illofrio