Cada vez es más habitual ver una columna de hidromasaje instalada en una vivienda, ya que proporcionan un baño más relajado gracias a sus múltiples chorros y su instalación es muy sencilla. La mayoría de los modelos que venden las empresas especializadas están preparados para poder aprovechar el agua de la vivienda sin necesidad de hacer obras, así que bastará con desmontar los grifos que tienes actualmente y conectar la columna a la alimentación de agua fría y caliente.
Pueden instalarse tanto en ducha como en bañera, aunque si lo haces en ésta última debes tener un caño inferior. Antes de comenzar con la instalación debes asegurarte de que la llave de paso del agua está completamente cerrada y que las tuberías están vacías, ya que así te evitarás una pequeña inundación innecesaria. Para comprobar que no queda ni una gota en las tuberías abre los grifos hasta que no salga nada de agua.
Es también muy importante conocer el caudal y la presión, ya que si no es el adecuado no podrás instalarla. El adecuado debe estar entre los 8 y los 15 litros por minuto, si lo instalaras con un caudal inferior se podrían dañar tanto la bomba como el sistema de hidromasaje. El truco más sencillo para conocer el caudal de la vivienda es abrir uno de los grifos hasta el máximo posible y llenar un recipiente durante un minuto, comprueba entonces los litros que se han recogido y ya lo tienes. El agua que hayas utilizado para la prueba utilízala para otra cosa, no la derroches, puede valerte para la cisterna, para cocinar o para beber si es potable.
Para su instalación, marca en la pared los puntos de anclaje, taladra e introduce los tacos sobre los que irán los soportes. Después utiliza los latiguillos para conectar las tomas de agua con los grifos y fíjala a la pared. Es un proceso muy sencillo y que se hará en poco tiempo.