El aislamiento del sonido o aislamiento acústico es empleado para impedir la propagación del sonido por medio de materiales o recursos que forman un obstáculo reflector de mayor o menor efecto.
La disipación de la energía en el interior del medio de propagación es la absorción de sonido.
Este aislamiento hace que la energía que atraviesa alguna barrera sea la menor posible. Con este propósito se instalan materiales con impedancia muy distinta a la del medio que conduce el sonido. El aislamiento que un material pueda tener está en función de las propiedades mecánicas y si responde a la Ley de Masas que demanda aumentar al doble la masa, esto supone un incremento del orden de los 6 dB al aislamiento acústico.
Toda transmisión de sonido se realiza a través del aire y para conseguir su aislamiento se colocan barreras de materiales pesados y de gran densidad. Cuando las ondas sonoras se transmiten a una estructura edilicia. Estas impactan causando ruido estructural o de impacto (pisadas, golpes, etc.).
Una ley del sistema de aislamiento acústico es la posibilidad de la supresión del eco en el interior del espacio. Las irregularidades de las zonas, así como la cacofonía natural producida por la mayoría de espacios abiertos y de cierto tamaño. Provocan la aparición del fenómeno. Consecuentemente, la sonorización persigue un objetivo diáfano que no permita la “sombra del sonido”. Así pues, son los nominados esenciales de un sistema de aislamiento acústico.
Esto quiere decir que si el sitio es, por ejemplo, adecuado para una tarea específica como lo es un estudio de grabación, filtre los sonidos de afuera. El espacio debe ser renovado de acuerdo a las exigencias que entrega esta particularidad. Se logra, por ejemplo, mediante la medición y el cambio, si se requiere, del grosor de las paredes, la distribución de los equipos de grabación y la inclusión de materiales como las maderas de cierta clase, con un pulido y adaptabilidad estructural para este objetivo. En otros casos, pueden ser los vidrios de condición fija, que sirven mucho por ejemplo en salas de bebés o en las bibliotecas.