Instalar baldosas en una habitación puede ser una perspectiva desalentadora así que tómate tu tiempo y el trabajo con cuidado y metódicamente.
La clave está en la preparación y planificación. Asegúrate de que las superficies sean convenientes para el embaldosado. Planifica el diseño de fichas para que sepas donde irán todas.
El uso del azulejo adhesivo para las superficies es fácil y cuando estén completamente secos, la clave es utilizar cemento blanco para llenar los vacíos entre las baldosas.
Necesitarás un esparcidor adhesivo que tenga las ranuras en forma de cuadrado cortado en su borde para que al extender el adhesivo tengas la oportunidad de empujar a la baldosa que sea necesario acomodar.
Aplica pequeñas secciones de adhesivo a la vez. Si no vas a completar el trabajo de una sola vez, raspa cualquier excedente de los espacios que no tienen baldosas. Si dejas que el adhesivo seque, tendrás que picarlo con un martillo y un cincel más tarde.
Coloca la pieza en la posición y presiona firmemente asegurándote de que se alinie con la pieza siguiente. Al hacer esto te darás cuenta de la importancia de tener una superficie preparada para alicatar.
Para trabajar en torno a tomas de corriente e interruptores de luz, en primer lugar acomoda el azulejo lo más cerca posible a la toma de corriente o interruptor dejando unos milímetros de espacio.
Desconecta la alimentación en el tablero de fusibles para más seguridad. Luego, desenrosca cuidadosamente la toma del interruptor para que tenga suficiente espacio para obtener el espesor de un azulejo con el pegamento detrás de él. Puede que tengas que sustituir los tornillos que lo sujetan en su lugar con algunos otros un poco más largos.
Es posible que necesites cortar las piezas de cerámica o baldosas y para esto hay varios métodos para cortarlas:
- Utiliza una sierra de mano
- El uso de una sierra eléctrica específica para azulejos hace este trabajo fácil
- Busca ayuda de un profesional que te corte las piezas como las necesites para su instalación
Foto: Dabomosa