Hacer reformas en el hogar es algo que siempre nos hace sentir bien e ilusionados, pero que puede acarrearnos muchos problemas de organización, especialmente si hablamos de obras importantes. Según los planes que tengamos en mente para reformar nuestra casa, una buena opción puede ser buscar unas fechas concretas que nos permita dedicarnos a ello al máximo y, por lo tanto, acabar lo antes posible.
Los días de Navidad pueden ser una excelente opción para embarcarnos en hacer obras de reforma en nuestro hogar, especialmente si somos de los afortunados que disponemos de vacaciones. Con el tiempo libre que tendremos a nuestra disposición podremos centrar toda nuestra atención en mover muebles, empaquetar cosas que nos molesten, ordenar, limpiar… y de esta manera conseguiremos haber hecho, cuanto menos, la parte más importante de las reformas al volver al trabajo, cuando ya no tenemos tiempo para nada.
Incluso las fiestas de Navidad pueden proporcionarnos otra ventaja a la hora de hacer obras importantes en la vivienda: la posibilidad de tener la casa vacía. Si somos capaces de buscar un destino de vacaciones para nuestros hijos con los abuelos, o bien ludotecas, casales, grupos de excursionismo o colonias de invierno, pueden quedar en casa solamente las personas necesarias para trabajar, y no tendremos que preocuparnos por la comodidad de los demás miembros de la familia. Se agradece mucho poder centrarse solo en el proceso de reformas y tener las mínimas preocupaciones en relación a los problemas logísticos de cualquier casa, como comidas o coladas.
Hasta ahora hemos citado las ventajas y comodidades de llevar a cabo obras en las fechas navideñas, pero también debemos tener en cuenta los problemas que puede acarrear. Para empezar, los días estrictos de fiesta implican que debemos pasarlos en familia y, por lo tanto, perder un cierto tiempo en arreglarnos: peluquería, ropa, manicura, etc.
Otra dificultad que nos podemos encontrar en estos días es que muy pocas empresas de reformas están dispuestas a trabajar en proyectos, que no sean estrictamente urgentes. Tendrás que esforzarte mucho para encontrar algún profesional que esté de acuerdo en trabajar en tu casa haciendo obras en los días de Navidad, sin añadirte un recargo en el precio.
Aunque como bien dice el refrán no hay mal que por bien no venga, y aprovechando que el mes de diciembre es una mala época para todas aquellas empresas que no se dedican a lo estrictamente navideño como son regalos, ropa, belleza, comida, podemos encontrar buenos descuentos en aquellos días previos a la navidad, o posteriores. Esa semana entre el 25 y el 31 puede ser muy valiosa para llevar a cabo alguna reforma como pintar, colocar puertas, arreglar desperfectos, etc.
Foto: Ramos & Velázquez