La economía española en los últimos años ha sufrido económicamente a raíz de la recesión global, algo que ha afectado directamente al sector de la construcción.
El sector de las reformas del hogar está cambiando, tanto por la reorganización del sector de la construcción como por la aparición y generalización de nuevos medios de búsqueda y contratación de profesionales cualificados.
Rehabilitar nuestro hogar es lo que en la presente situación económica puede ayudar a mantener el costo de nuestra vivienda. No dudes de intentarlo, casi siempre se obtiene una subvención por la reforma de casas.
En cuanto a las subvenciones que da el Gobierno, el Plan de Vivienda y Rehabilitación 2009-2012 concede préstamos convenidos por el coste total de la rehabilitación, computando un máximo de 90 metros cuadrados, a quienes quieran rehabilitar su piso para el uso, siempre que ingresen menos de 6,5 veces el IPREM (48.458 euros al año).
Es el Plan Estatal 2005-2008 el que concentra todas las ayudas y subvenciones destinadas a la rehabilitación, mejora de la accesibilidad, disminución del consumo energético, seguridad y estanquidad de los edificios. Cuando se trata de las reformas en el edificio, éstas pueden llevarse a cabo siempre y cuando se trate de adecuaciones estructurales que garanticen la seguridad del edificio como conjunto y que no perjudiquen a ningún vecino, también pueden estar dirigidas a mejorar el acceso, a proteger el inmueble de la humedad y lluvia, y lo referente a las redes de agua, electricidad, gas y saneamiento.
El Ministerio de Vivienda ofrece a los ciudadanos ayudas en forma de préstamos y subvenciones para la reforma o rehabilitación de pisos de hasta 120 metros cuadrados y con una antigüedad mínima de 15 años. Estas ayudas son una inmejorable oportunidad para este sector: existen 5,6 millones de viviendas de antes de 1960. Todas podrían ser reformadas.
Las rehabilitaciones, según el Ministerio de Vivienda son aquellas “obras que se realizan para la mejora de viviendas y edificios”. Se hacen para obtener mayor superficie, modificar el interior, adecuar instalaciones como agua o electricidad, para aislamiento térmico y acústico. También se pueden realizar obras para ahorrar energía o suprimir barreras arquitectónicas.